(Andrew Warhola; Pittsburgh, EE UU, h. 1928-Nueva York, 1987) Artista plástico estadounidense. Hijo de emigrantes eslovacos, inició sus estudios de arte en el Instituto Carnegie de Tecnología, entre 1945 y 1949. En este último año, ya establecido en Nueva York, comenzó su carrera como dibujante publicitario para diversas revistas como Vogue, Harper´s Bazaar, Seventeen y The New Yorker.
Andy Warhol
Dicha evolución alcanzó su cota máxima de despersonalización en 1962, cuando pasó a utilizar como método de trabajo un proceso mecánico de serigrafía, mediante el cual reproducía sistemáticamente mitos de la sociedad contemporánea y cuyos ejemplos más representativos son las series dedicadas a Marilyn Monroe, Elvis Presley, Elizabeth Taylor o Mao Tse-tung, así como su célebre tratamiento de las latas de sopa Campbell, obras todas ellas realizadas durante la fructífera década de 1960.
El uso de imágenes de difusión masiva, fácilmente reconocibles por todo tipo de públicos, como las ya mencionadas latas de sopa o los botellines de Coca-Cola, se convierte en uno de los rasgos más interesantes y estables de toda su producción. En otras ocasiones, plasmó crudamente situaciones reales, como accidentes, luchas callejeras, funerales o suicidios; dentro de esta temática Electric chair es una de sus obras más significativas.
Marilyn Monroe y
Latas de sopa Campbell
Otra faceta destacada de su obra es su potentísima fuerza visual, que en buena parte procede de sus conocimientos sobre los mecanismos del medio publicitario. En 1963 creó la Factory, taller en el que se reunieron en torno a él numerosos personajes de la cultura underground neoyorquina. La frivolidad y la extravagancia que marcaron su modo de vida establecieron a la postre una línea coherente entre obra y trayectoria vital; su peculiar aspecto, andrógino y permanentemente tocado con un rubio flequillo característico, acabó por definir un nuevo icono: el artista mismo.
De hecho, fue uno de los primeros creadores en explotar conscientemente su imagen con objetivos autopromocionales; de ese modo, y mediante un proceso de identificación, adquirió a los ojos del público significaciones propias de un producto publicitario más. En 1963, inició una carrera cinematográfica basada en los mismos principios que su obra plástica (como la reiteración visual), de fuerte contenido sexual y erótico: Empire, Kiss, Chelsea girls. En una última etapa retornó a un formato más tradicional y rodó The love y Women in revolt.