(Nyack, 1882 - Nueva York, 1967) Pintor y grabador estadounidense. Se formó en la School of Art de Nueva York y hasta 1920 se dedicó a la ilustración y al grabado. Es uno de los máximos representantes del realismo estadounidense. Sus obras se caracterizan por la simplicidad geométrica (Domingo por la mañana temprano, 1930) y por el tratamiento de los personajes, paralizados y aislados en el paisaje urbano (Autómata, 1927; Noctámbulos, 1942).
Detalle de un Autorretrato de Hopper (c.1925-30)
Habitación en Brooklyn (1932), de Edward Hopper
Nighthawks (1942)
Cual si de una jaula de cristal se tratase, el bar, vivamente iluminado y proyectado hacia el exterior como la proa de un barco, se destaca con fuerza en la oscuridad que se cierne sobre la ciudad. En su interior, las figuras representadas se mantienen estáticas y absortas, tratadas por el pintor de una forma similar a las dos máquinas de café o a los saleros y otros utensilios de la barra. Sólo el personaje femenino adquiere, tanto por el color de su vestido como por el movimiento de su brazo, una prestancia destacada. Pintor de la luz y del silencio, como a veces se le ha definido, Hopper parece recrear aquí la atmósfera del cine negro de la época, el de las novelas de Raymond Chandler. El efecto, a la vez que poético, contiene una innegable carga inquietante.